Creíste las mentiras como si fueran la única verdad.

Te lo creíste todo. Incluso cuando te dije que eras la peor persona del mundo.
Creíste que, cuando te dije que te odiaba, te lo decía de corazón, cuando en realidad éste estaba estallando en llamas.
También se que creíste aquella mentira tantas veces repetida, que acabo convirtiéndose en tu verdad. Se que me creíste cuando te dije que ya no te quería.
Y aunque al principio lo hice con esa única intención, creo que ahora me estoy arrepintiendo.
¿Pero es demasiado tarde para pedirte perdón, verdad amor?  Pero, aún a sabiendas de que perdonar no es una de tus mayores virtudes, lo intentaré.
Pediré perdón hasta quedarme sin voz. Me arrastraré por ti, y dejaré de engañarme.
Porque cuando te prometí un "nunca se acabará" lo hice desde lo más profundo de mi pecho.

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