#

-¿sabes? se que me gustas. En cierto modo, se que te quiero...pero aun no se la razon de por que lo hago.
-sabes que? yo también te quiero, pero si se la razón.
Te quiero por que cuando abres los ojos por la mañana, me miras como si hubieras recobrado la vista despues de mucho tiempo.
te quiero por que cuando haces el desayuno, tarareas canciones sin sentido que sabes que me vuelven loco.
te quiero por que cuando te arreglas, el aroma a rosas de tu colonia inunda toda la casa, haciendome sentir el hombre mas afortunado del mundo. te quiero por que nunca murmullas; susurras.
te quiero por que cuando hace frío, te acercas a mi y te apoyas en mi pecho con cuidado, haciendo que tu cabello roce mi torso.
te quiero por que cuando caminas, tu pelo se alborota y cuando miras hacia atrás, se mezcla con tus ojos, haciendome estremecer.
te quiero por todo eso, y se que hay mas...mucho mas.
-pues...¿sabes que?
-¿que?
-Que ahora si sé por que te quiero.♥

#

-¿Pero por que dices que no te quiero, que eres adivina o que?
-eso se nota...es obvio que ya no.
-¿y tu que sabes? ¿tu estás dentro de mi cabeza?¿sabes lo que siento?
-Ya no me hablas como antes. Ya no me dices "te quiero" como antes. Ya no me miras como antes...
-...si no te hablo como antes es por que ahora, cada palabra que te digo, la siento. Si ya no te digo que te quiero, es por que ahora te amo, y es lo que te repito todos los dias.
No te miro como antes? no, claro que no. Ahora te miro como si fueras una especie de sueño, y si a veces aparto la mirada es por que tu belleza casi hace daño.

#

-no te lo habrán dicho mucho, pero allá va: eres idiota.
-nunca pensé que me llamarían idiota por estar enamorado.
-Tu no estás enamorado. Simplemente crees estarlo. simplemente te atrae la idea de sentir eso por alguna persona. yo solo soy una mas de tus caprichos, una mas de tu larga lista de chicas que te gustan...
El no deja de mirarla, observando como su pelo se mueve, como sus ojos se entrecierran. Como sus labios se chocan entre ellos, sin tregua, dándose calor.
-...una mas en tu cabeza. tu no sabes lo que es el amor, nunca...
-cállate.
-siempre quieres que me calle cuando no te gusta lo que te digo.
El se acerca a ella, despacio.
-No se si te lo habrán dicho mucho, pero allá va: tu me vuelves loco.

Te lo di.

-Te lo he dado todo a ti...
-Pero ahora todo ha acabado-dijo ella, rompiéndose a cada sílaba que pronunciaba.
-...-el pensó en todo lo que había pasado, en todo lo que sentían el uno por el otro-pero...¿así? ¿por que? ¿por que me haces esto?
"por que te quiero demasiado" quiso decir ella, pero las palabras no salían.
-Por que tu me haces daño-dijo en cambio-por que estar cerca de ti es horrible-ella aún no entendía como las lágrimas no salían, delatando sus verdaderos sentimientos-por que tu no eres para mi, eres dañino, pernicioso...me haces daño-repitió, como si decirlo mas veces fuera a hacerlo mas verdadero. El la miró con los ojos vidriosos, apunto de tirar por tierra su entereza y ponerse a llorar a sus pies, suplicándole que no le dejara, que sino, el no sabría seguir. Pero su orgullo era demasido grande. Solo unas pequeñas lágrimas se dejaron ver por su rostro. Se acercó a ella lentamente. Acarició su cara por última vez y acercó los labios a su oreja.
-Te quiero-susurró.
Ella casi le besa, casi se lanza a el, casi le grita que se quede a su lado, que todo es mentira, que lo unico que quiere es amarle para siempre, pero los brazos no se movían...las palabras no salían...y el se fue, ambos, rotos por dentro, siendo el silencio el único que sabía la verdad.

Estar juntos es un error.

-Un completo error. Hay demasiadas trabas, ¿no lo ves? Y a mi la distancia me mata, de verdad..
-Me da igual. Te prometo que me da igual. Puedo jurarlo. Me da igual la distancia, la gente, lo que digan.. me da igual. Eres tú. Se que eres tú a quién siempre busqué.
-¿Porque?
Porque tu me veías cuando era invisible.

Buenos días princesa..

Soñé toda la noche contigo. Toda la noche. Un sueño tan real.. Estabas aquí, a mi lado. Siempre. Desde siempre. Para siempre, sin tenerte que echar en falta entre las sábanas de mi cama. Siento haber sido tan humano, tan vulnerable y débil.. pero prefiero discutir contigo una noche entera, que hacer el amor con otra. Ser tuyo, y tu mía, ser de los dos, ser nuestros, sin que nadie interfiera. Sin que nadie lo destruya. Ser tu y yo, solamente.
[Le das sentido a mi vida, princesa.]

Déjame.

Déjame mentirte. Déjame decirte que no te quiero, que no te necesito. Déjame ser otra persona, ser otro yo. Déjame ser la persona que peor te trate, que más te lastime. Déjame ser ese alguien que te destroce. Déjame serlo, porfavor.
[Mentirte es tan fácil, que me está cansando. Algún día de estos, te digo la verdad.]

¿Porqué no sonríe?

-Lo hizo. Hace mucho tiempo. Y cuando sonreía, todo se iluminaba. Solo cuando vi la oscuridad, supe que no podría vivir mucho más tiempo sin aquella sonrisa.

Sentí que te perdía.

Mis labios no conseguían pronunciar aquél lo siento que te hubiera mantenido a mi lado algo parecido a un siempre.¿Sabes si hay mayor frustación que la de ver al ser que amas huir de tu lado? Puedo responderte, podría responderte con una sola mirada. No la hay. El dolor producido por la pérdida en el corazón no se repara con un parche, ni con hilo y aguja. Es dolor real, no es fingido. Es como perder parte de tu yo, parte de lo que eres, fuiste y serás. Porque cuando te dejé marchar, no pensé que el golpe sería tan letal.
Porque cuando vi como tus pasos ponían rumbo hacia otro camino, no creí sufrir así.
Eras acero en mi mecanismo. Eras necesario para que yo funcionara. Pero te dejé marchar sin tan siquiera luchar por que no lo hicieras. Volaste tan lejos de mi que ni siquiera pude sentirte en el aire, como en mis sueños..
Caí en aquél abismo de soledad y astío que tanto terror me producía. Me morí en vida cuando te vi partir, y tan siquiera mis lágrimas lograron traerte de vuelta.
Encharqué todo mi cuerpo de recuerdos rotos, y pensamientos desquebrajados. Me volví inmune al sentimiento, y vulnerable a ti.
Conseguiste en tu marcha, lo que no conseguiste al ser mío: que mi corazón se fuera contigo, y no quisiera más nunca regresar a su hueco.
[Tengo el pecho vacío. Me falta algo. Me faltas tú.]

Tiré tantos sueños por la borda,

que ya solo me queda un pequeño resquicio de ellos. Ese recuerdo que atenaza tus venas y no las deja ser libres, y que aprisiona cada parte de tu entereza hasta dejarte sin aliento. Despertarse entre pesadillas nunca fue tan aterrador. Se llevaron mi respiración y mis ganas de seguir soñando.
Que corazón tan rácano es ese, que tanto quiere y tan poco dio siempre.
Que se llevó las fantasías de futuro, junto con tus huellas..
[El dolor de no quererme se que te destroza por dentro.]

Bébete la vida.

Con cada suspiro y con cada caricia que te da. Muérdele la oreja, y hazle sentir cosas que nunca sintió. Bésale en el cuello y hazle gemir. Porque el deseo no se puede contener, y el sentimiento, si es mutuo, es recíproco.

Eres mi salida cuando estoy triste.

Mi corazón cuando dejo de sentirle. Eres mi vida cuando casi muero, y eres lo que seguro me espera después de la muerte. Eres mi saliva cuando me quedo sin voz, y eres mis manos cuando me paraliza el dolor.
Mis ojos cuando ya no pueden ver, y mis labios cuando ya no le pueden alcanzar.
Eres mi alma, y mi sueño. Eres mi amiga.
Eres música.

Corazon perezoso.

Y le da miedo volver a abrirse. Porque ella sabe que va a hacerle daño. Sabe que va a doler, y que va a llorar.
De lo que no está segura es de que le quede alguna lagrima allí dentro.

Amar la forma en la que ríes

no es más que uno de mis muchos castigos. Ver tu rostro cada vez que mis párpados se cierran es más que un sueño. Es mi realidad. Porque te amo, con cada poro, con cada vena, con cada parte de mi cuerpo. Porque que mis manos ansíen tocarte no es sino la penitencia que me toca vivir cada día.
Porque te deseo ardientemente, y mi cuerpo necesita tu cuerpo.
Mi piel necesita rozarte solo para mantenerse con vida. Mis dedos solo necesitan acariciarte para sentirse bien.
Porque adoro la forma de tu ser, y cada parte de tu anatomía.
Porque te quiero desde que empieza el día hasta que la noche empieza a acecharme.
Porque fuiste, serás, y eres mío.
[Y lo sabes, por mucho que lo sigas negando.]

No quiero excusas sobre la forma.

Ni sobre el trato.
No quiero excusas sobre la manera de hablarme, ni de quererme. No las quiero ni tan siquiera de la forma en que me odias ahora. ¿Sabes..? Tampoco las quiero por la poca delicadeza que me mostraste al final.
No quiero excusas sobre lo que eres. Ni sobre lo que fuiste.
No escucharía tus explicaciones ni aunque eso me salvase de la caída.
No quiero oir tus lamentos, ni tu perdón.
No quiero nada más de tí.
[¿En que te convertiste? ¿Donde te dejaste el corazón?]

Que veneno tan grande

ese que entra por el corazón. El que derrota nuestras defensas y derriba el muro que nos creamos a su alrededor.
Que dolor más grande cuando se infiltra en las venas, cuando recorre tu sangre, cuando te destroza por dentro.
Que miedo más aterrador el saber que puede hacerte perder la cabeza, enloquecer, llorar más que por los ojos y morir de pena.
Que estupidez caer en él, dejar que te posea, que te retenga en sus garras. Es una idiotez, permitir que te haga suya.
[El amor, el peor de los remedios para esa enfermedad llamada soledad.]

Blind.

Corazones perros. Sentimientos vacíos.
Volvería al pasado para arreglarte por completo.
Detendría el tiempo para decirte lo que nunca te dije, y mostrarte lo que nunca viste de mí.
Porque volaría hasta tu oído, y te lo susurraría todo.
Eres demasiado. Eres tan distinto..
[Estoy ciega. Enfermé de amor, por tu causa.]

Luché.

Lo hice por los sentimientos.
Lo hice por el amor.
Lo hice por su cuerpo, lo hice por su olor.
Lo hice sin pensar. Lo hice, sin temer.
Lo hice en la tierra.. pero me sentí en el cielo.
Lo hice por su boca. Lo hice por sus manos.
Luché por él, hasta que me quedé sin aliento.
[Que pena que la lucha, la perdí todo el tiempo.]

Dulces sueños, amarga pesadilla.

Porque voy a salir de tí, y voy a vivir. Voy a sentirme libre, y voy a recorrer mi camino sin tenerte presente.
Porque voy a desterrar a las mariposas de mi estómago y a reemplazarlas por vacío. Porque voy a ser libre, desatándome de tu gélido abrazo, pesadilla.
Voy a dormir noches y noches sin miedo a tí, sin miedo a él.
Porque voy a demostrar que no me aterras. Podré contigo de igual manera que pude con la soledad.
[Despiértate pesadilla. Ya no me haces falta.]

Comatose.

Me dejaste en coma  el día que reviviste el odio. El día que acabaste con la poca entereza que me quedaba, destruyendo la coraza de valentía que recubría mi ser.
No tuviste miedo de herirme. No mostraste ninguna piedad al desgarrarme.
Y lo único que recuerdo es tu sonrisa, arrebatándome la vida de una forma tan letal, que partiste ese pobre corazón ya desquebrajado de tantos golpes.
No quisiste quererme.
[No te permitiste echarme de menos.]