¿Porqué no dejas de romperte, estúpida?

Dime... ¿te sientes orgullosa de ser lo que eres ahora? No deberías. No eres nada. Solo eres una sombra más entre tantas, y aún así, la tuya no se distingue. Se pierde en esa oscuridad que llamas abismo, y  te consume poco a poco, sin darte tregua. Sin preguntarte si quieres saltar. Simplemente te empuja hacia él, y te hace caer, muy despacio, como más duele. Y el final no llega, sino que sigues cayendo, sigues muriéndote con cada segundo que pasa, por dentro. Y no te importa que los demás sufran. No te importa lo mucho que les hiere verte así. Porque esto no eres tú. No llegas a ser ni el fantasma de lo que un día fuiste. Terminas rompiéndote, tú, estúpida niña. Terminas por quebrarte, por destrozarte. Terminas aniquilando lo que un día fue felicidad, llenando tus vacíos huecos de mentiras, engaños, y dolor punzate, de ese que deja marca.
Lo peor es que te gusta. Disfrutas la manera en la que esto te llega a doler. Te estás muriendo, y sin embargo, sigues sonriéndole al mundo, sigues regalando sonrisas que muchos ni se merecen. Sigues regalando tu cuerpo al primero que pasa, para olvidar. Para no recordar. Sigues siendo aquella estúpida que tapa los moratones del corazón con ilusiones vanas, y sin sentido.
Sigues siendo tú, pero pequeña ingenua...ya no eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario